19 de octubre
Sábado XXVIII
Rm 4, 13.16-18 Apoyado en la esperanza
Me pregunto, Señor, sobre mi esperanza, hoy. Y la dejo enterrada en ti, para que de frutos de fe y caridad en lo cotidiano, en todo los momentos de mi vida. Pongo mi esperanza en ti, Señor, mi salvador. Pongo mi confianza en ti, mi amor.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Al despertar en la muerte
me saciaré de tu semblante.
La abundancia en tu vida
dejará en el olvido lo que soy.
El caminante no tiene nada, no lleva nada. Acaso el peso de la soberbia le haga sentirse pleno, pero es carga inútil, a desechar. Sólo así podrá hacer el camino, solo o acompañado. Así feliz, porque la jornada será ligera y la llegada a la casa del Padre jubilosa.
¡Gracias por éste examen de conciencia!
Mi deseo es no perder nunca la Esperanza.
Ella, es la que me anima todos los días a ver con más claridad mi confianza en Dios.