22 de marzo
Sábado II de cuaresma
Lc 15, 1-3.11-32 Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo
Todo lo mío es tuyo, me dices, y te digo todo lo mío es tuyo. Y tanta verdad me deja en silencio, confundido, agradecido, bendecido. Mudo de amor, en mi ser contigo.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Cada vez que medito ésta parábola, me inunda la alegría.
Dios, me tiene demasiado Amor, pese a mis fallos. Deseo ser muy agradecida, y mirarlo siempre como el Padre Amoroso que me espera.