Dichosa lectura

19 de noviembre
Lunes XXXIII

Ap 1,1-4. 2,1-5ª Dichoso el que lee y dichoso los que escuchan las palabras

Dichoso soy cuando abro los ojos y leo en tu palabra, y en la realidad admiro tu palabra encarnada, tu ser que se manifiesta en lo escondido entre líneas. Dichoso, Señor, cuando escucho tu palabra, y me vacío para acogerla, y me hago seno de tu encarnación. Dichoso cuando escucho tu voz, tu susurro, tu bramido, en la realidad de nuestro mundo que clama hacia ti en medio del apocalipsis de nuestro mundo actual. Dame ojos para verte y oídos para escucharte.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

3 opiniones en “Dichosa lectura”

  1. Me honras, denuncias y sufres por mí
    pero te acuso de alejarte, de enfriarte, de no quererme sólo a mí.
    Te acuso de olvidarte de cómo éramos entonces, cuando paseábamos de la mano por el jardín del edén.
    Te acuso de tibieza
    pero también te digo amorosamente: si vuelves te perdonaré

  2. Dichosa soy cuando leo y escucho tu Palabra, Señor.
    De ella me alimento, con ella me acuesto cada noche y me lavanto por la mañana. Ella me empuja a caminar con esperanza, a luchar sin miedo. Gracias a ella respiro y cojo fuerza para cargar con la cruz cada día. Ella me hace sonreir cuando estoy triste y me seca las lágrimas cuando lloro. A ella acudo en mis momentos malos y también en los buenos porque en la Palabra siempre encuentro lo que me falta en cada momento. A ella me abro para luego abrirme a los demás…
    Hoy como siempre, Nano, gracias por tus palabras.

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