Desierto

22 de febrero
I domingo de cuaresma

Mc 1, 12-15 El espíritu empujó a Jesús al desierto

Soledad, silencio, renuncia, austeridad, compañía, el sonido del universo, plenitud, tu riqueza incomparable, Señor, en el desierto, despojado de todo, incluso de la propia tentación. En el desierto me seduces, en el desierto me pruebas, en el desierto me llevas al límite para que al asumir la propia limitación entre en tu horizonte sin fin. En el desierto, una vez más, me haces participar de tu misma suerte, mientras susurras en mi oído: se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios, conviértete y cree en el evangelio.

02.22

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

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