Ofrécete

17 de febrero
Sábado después de ceniza

Is 58, 9b-14 Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies el alma afligida

La fuerza de tu Palabra, Señor, entra en mi vida y la arrasa. Quémame en el ardor de encarnar tu Palabra:
“Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía. El Señor te guiará siempre, hartará tu alma en tierra abrasada, dará vigor a tus huesos. Serás un huerto bien regado, un manantial de aguas que no engañan. Tu gente reconstruirá las ruinas antiguas, volverás a levantar los cimientos de otros tiempos; te llamarán “reparador de brechas”, “restaurador de senderos”, para hacer habitable el país.”

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

Un comentario en “Ofrécete”

  1. No te pido que acabes con la injusticia
    ni que dejes libres a los prisioneros

    No te pido que compartas tu pan con el hambriento
    ni que acojas al forastero
    ni que lo vistas
    o lo mires
    o lo sientas

    Tan solo te pido que no me saques de tu corazón
    te pido que en lo más profundo de tu ser me alabes y me reconozcas en medio del horror que has creado

    Is 58, 9-14 ; Lc 5, 27-32
    Exposición «Auschwith: No hace mucho. No muy lejos»

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