13 de julio
Lunes XV
Mt 10, 34-11,1 El que de a beber, auque no sea más que un vaso de agua fresca…
…a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga.
En el camino de Santiago, que acabo de realizar, me he encontrado con varias personas que ofrecen un vaso de agua fresca al peregrino, que busca llegar al sepulcro del apóstol, y entrar por el pórtico de la Gloria, por amor a tu nombre. Gente dispuesta a hacer siempre el bien, gratuitamente. Gracias, Señor. Son delicadezas tuyas en medio de nuestro mundo.
Nano: espero que el camino de Santiago que has terminado haya sido bueno en tiempo, en paz y en frutos. Felicidades
El que dé de beber, el que tome su cruz, el que pierda su vida por los demás. El que sonría, el que escuche, el que renuncie a las comodidades para estar con el que lo necesita, el que ayude, el que hable y anime, el que haga olvidar las penas, el que vea en los démás la cara de Jesucristo, el que se olvide de si mismo… ese no perderá la paga.
Me uno a ti, Nano, para dar gracias a todas esas personas siempre dispuestas a hacer el bien por pequeño que parezca.