Consuelo

6 de diciembre
Martes II de adviento

Is 40, 1-11 Consolad, consolad a mi pueblo

Id a buscar a la oveja perdida y no le preguntéis si va a misa, si cree, si cumple los mandamientos, si es divorciado y vuelto a casar, si está casado en matrimonio homosexual, si va o si viene por la legalidad eclesial, si sabe persignarse, si es un refugiado que cree en Allah, eso luego, primero consolad, consolad a mi pueblo, derramad el bálsamo de la misericordia, haced de la Iglesia un hospital de campaña donde todos puedan restaurar sus heridas, amad, abrazad, besad, proteger, prolongar la vida que el Señor nos da en abundancia, lo demás vendrá por añadidura, incluso las excomuniones se levantarán, como florece una rosa en el desierto de Negueb. Su aroma perfuma el universo.

12-06

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

Un comentario en “Consuelo”

  1. Ante ti caeré
    solo a ti temeré

    porque he visto el tiempo atrapado en una flor
    y mi vida retenida en un soplo

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