4 de junio
Martes IX
Tobías 2, 9-14 Hasta que quedé completamente ciego
Por muchos ungüentos que me den sigo perdiendo más vista, hasta quedar completamente ciego. Como si dijeras: los sucedáneos no de posibilitarán que veas la gloria, solo empeorarán tu deseo, y cegarán aún más tus anhelos de mi. Como si me dijeras, Señor, queda completamente ciego para poder ver, muere en la oscuridad para comprender el resplandor de mi luz y la belleza de mi hermosura, en la que recibes vida abundante y verdadera. En mi ceguera, Señor, quiero ver, y no verte. Poseer, y no poseerte. Amar, y no amarte. Por eso voy perdiendo la vista, hasta quedar completamente ciego.
Deslumbrada por la oscuridad de tu luz
Quedo ciega para poder verte ya
En la más completa oscuridad me refugiaré en ti
no reclamaré ni maldeciré
me quedaré a la espera, silenciosa y quieta hasta que te vea