11 de mayo
IV domingo de Pascua
Salmo 22 El Señor es mi pastor
Tú eres mi pastor, Señor, y mi vida en tus manos adquiere su verdadera dimensión, su auténtica verdad, su abandono cierto. Tú eres mi pastor, Señor, en ti confío. A lo largo de los años sigo experimentando que tú vas conmigo, que me conduces hacia fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida.
Te sigo Señor, porque me fío plenamente de Ti
Sé que me conducirás por caminos seguros, aunque yo algunas veces pierda el rumbo.
¡Nunca abandonas a tus hijos y los tienes en tu corazón! Gracias padre.