22 de febrero
Jueves I de cuaresma
Salmo 22 Tu vara y tu cayado me sosiegan
En verdes praderas me haces recostar, me conduces hacia fuentes tranquilas, las fuentes de tu amor, tu pecho abundante en trigo y en vino. Apapachado en ti nada temo, porque tú vas conmigo. Tu bondad y tu misericordia, qué cierto es, Señor, me acompañan todos los días de mi vida. Y deseo habitar en tu casa por años sin término, de hoy para toda la eternidad.
Señor,no tengo nada,ni lozanía,ni capacidad para muchas cosas,pero todo lo tengo en tiTu vara y tu cayado me sosiegan,y me conduces a ti en Isis hermanos.
Elige el Padre
sanciona el Hijo
y te mueves en el Espíritu
Mt 16, 13-20