Mira

11 de marzo
Lunes IV de cuaresma

Is 65, 17-21 Mirad

Mira, hijo, mira, olvida mirar lo viejo de tu ser, lo caduco de tu vida, ábrete a la creación nueva que estoy realizando en ti, no te atores en el recuerdo del viejo pasado, no tiñas de oscuro los pensamientos al enfrentarte a tu pecado, salta de gozo y alegría perpetua ante lo que voy a crear en ti, donde se renueva la humanidad, todo la creación se abre a mi Espíritu consolador, donde tu carne se hace carne y se entrega por amor a la humanidad.

03.11

Gustad y ved

10 de marzo
IV domingo de cuaresma

Salmo 33 Gustad y ved qué bueno es el Señor

Te doy gracias, Señor, por tanto bien recibido, por tu bondad, por tu lealtad. Todos los poros de mi ser se sacian del sabor de tu hermosura, de tu belleza, de tu bondad, de tu verdad. Tu sabor es nuevo, delicioso, sabroso como los torrentes de manan sin cesar y transparentan las nieves derretidas de las alturas. Todo Tú te haces abrazo de misericordia, aroma de ternero cebado, de fiesta reconciliada. Olvidadas quedan las algarrobas de mi pecado, vuelvo a ti.

03.10

Oración del publicano

03.09

9 de marzo
Sábado III de cuaresma

Lc 18, 9-14 ¡Oh Dios!

Silencioso, con sencillez y humildad, como el publicano en el templo, me dirijo a ti, Señor:
“¡Oh Dios!, ten misericordia de este pecador”.
Y esta frase, que me brinda tu propia palabra, en la experiencia orante de un hombre que postra su ser ante ti, Señor, se convierte en mi rosario de súplica ante Ti, en el día de hoy.
“¡Oh Dios!, ten misericordia de este pecador”.

Escucha II

03.08

8 de marzo
Viernes III de cuaresma

Mc 12, 28-34 Escucha, Israel

Con el oído atento, desde ayer de una manera especial, a tu voz. Tu voz me dice: Escucha, El Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. Amarás al prójimo como a ti mismo.

En esto reside la sabiduría, la ley y los profetas. La teología y el derecho canónico se resumen en el amor que tú nos tienes, que nos pides como respuesta, que nos invitas a compartir. Gracias por el don de tu amor.

Escucha

03.07

7 de marzo
Jueves III de cuaresma

Jr 7, 23-28 Escuchad hoy mi voz

Estén mis oídos atentos a tu voz, Señor, esté mi corazón dispuesto a acoger tu Palabra, a hacerla sangre de mi sangre, vida de mi vida, voluntad de actuación. Todo mi ser abierto a tu rocío, todos mis poros receptivos, todas mis capacidades resueltas a acogerte, a ser penetrado por la espada de doble filo que es tu Palabra. Que escuche hoy tu voz, que no endurezca mi corazón. Tu voz que se manifiesta como el ser que es la vida verdadera, la vida en plenitud, la vida que da la vida a todo viviente. Tú eres el Señor, Dios mío, el único Dios. Te amaré.

Tan grande, tan cerca

03.06

6 de marzo
Miércoles III de cuaresma

Dt 4, 1.5-9 ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca?

Somos el más pequeño de los pueblos, al mismo tiempo la nación más grande, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, porque tú sostienes nuestra causa, porque en mi pobreza y en mi fragilidad se manifiesta tu grandeza, porque en la debilidad me haces fuerte. Y me hace fuerte tu cercanía, tu ser humano, tu caminar por la historia ofreciéndome la liberación en mi propia historia, la salvación de mi realidad. Bendita tu encarnación, Señor, por la que te has hecho Dios cercano, Dios con nosotros, Príncipe de la paz.

Pobres

03.05

5 de marzo
Martes III

Dn 3,25.34-43 En este momento somos el más pequeño de todos los pueblos

En este momento, Señor, somos pequeños y pobres, estamos confinados en los límites de nuestro desamparo, de nuestra fragilidad, de nuestra limitación. En estos momentos no tenemos ni jefes, ni príncipes, ni profetas; en estos momentos no tenemos nada de nada, y la pobreza nos oprime, la debilidad nos marea, la inconsistencia nos absorbe en el remolino de la desaparición. En estos momentos, en tantos momentos, no tenemos nada sino el todo de la confianza puesta en Ti. Trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia.

Ciervo enamorado

4 de marzo
Lunes III cuaresma

Salmo 41 Como busca la cierva corrientes de agua

Ciervo enamorado, cierva sedienta de ti, cierva que aspira por montes y collados buscando el rostro escondido del amado, ciervo alcanzado, ciervo herido, cierva sedienta de ti, Señor, movido por el deseo de tu agua viva, de la fuente que mana y corre, sedienta de vida, sedienta de tu rostro hallado, sedienta de tu luz y tu verdad, sedienta de guía, sedienta de alcanzar la cueva de mi amado, en púrpura tendido, de esmaltes engarzado, cueva donde gustar de tu interior bodega, donde beber y saciar mi sed de ser en Ti. Y solo en Ti.

03.04

Terreno sagrado

3 de marzo
III domingo de cuaresma

Ex 3, 1-8.13-15 Quítate las sandalias porque el sitio que pisas es terreno sagrado

El terreno que piso eres tú, Señor, porque te manifiestas en la tierra, en la soledad y el silencio del desierto, en la realidad que me circunda, en la zarza que arde sin consumirse, en la opresión que sufre el pueblo y que llega hasta tus oídos como un clamor inaudito que suscita la indignación. Tú eres, Señor, el Dios del cielo y tierra, el Dios libertador, el Dios sale e mi encuentro, el Dios que me envía, el Dios que me libera, el Dios de la vida, el más puro don. Descálzame para postrarme ante ti, Señor y Redentor.

03.03

Tus besos

2 de marzo
Sábado II semana

Lc 15, 1-3.11-32 Se le echó al cuello y se puso a besarlo

Así es tu perdón, desbordante. Te echas a mi cuello, me abrazas desde tus entrañas de misericordia que conmueven mis entrañas. Tu cuerpo me acoge, se vuelca en mí, caldea mis fríos, llena de vida mis muertes. Me besas, me arrasas en tu bondad de padre, de Dios amoroso. Me vistes de luz, me transfiguras, me alcanzas, me derribas, me derrotas. Gracias, Señor, porque echas a correr hacia mí, te echas a mi cuello y te pones a besarme con los besos de tu boca, pronunciando mi salvación.

03.02