11 de septiembre
Lunes XXIII
Col 1,24-2,3 Nosotros anunciamos a Cristo
Fijos los ojos en ti, Señor. Tú el que sostienes nuestra fe. Tú la plenitud de nuestra esperanza. Tú el aliento de nuestra vida. Tú la fuente misericordiosa de la salvación del Padre. Tú, Seño, amigo, amado, amante. En este momento me pongo ante ti y te pido no deje nunca de anunciarte, de mostrarte, de conducir a todos hacia ti, camino, verdad y vida nuestra.
A menudo me recuerdo en ti
y me pierdo
y me sueño en el misterio de volver a verte