26 de enero
Timoteo y Tito
Timoteo 1, 1-8 Tengo siempre presente tu nombre
En mis labios cuando rezo, día y noche. Ansío verte, para llenarme de alegría, refrescando en la memoria tu obrar en mí. Quiero reavivar tu don, recibido de generación en generación, guardado en el paño de lino bordado del tesoro familiar, la madre, las abuelas, con tu espíritu de energía, amor y buen juicio, hasta esta prisión de lágrimas, donde me tienes encelado.
Esto le escribió Timoteo a Jesús, en el día de su santo.
¡»Tengo siempre presente tu nombre»! El mejor de los nombres Abbá, Padre bueno, que nos diste a Jesús, para que te conociéramos e intentáramos vivir en el verdadero Amor, habiendo Él dado su vida por mi. Quiero corresponderte siempre, en mi corazón vives, eres mi fuerza en todos los momentos de mi vida.¡¡Gracias Padre!!