29 de octubre
Lunes XXX
Ef 4, 32-5, 8 Lo vuestro es alabar a Dios
Utilizar la voz, la lengua, la boca, para cantar tus alabanzas, para proclamar tu grandeza, para bendecir tu nombre, para decir palabras de amor, sencillas y tiernas. Nada de chabacanerías, estupideces o frases de doble sentido. Nada de insultos, de críticas, de difamaciones, de dardos envenenados entre los dientes. Que nuestro hablar sea para tu gloria, para manifestar el amor que todo lo sostiene.
Que mi vida sea una canción que se tararee con mi respiración. El canto que tu pones en mi boca y mi corazón.
Alabarte y bendecirte de todo corazón, intentando de usar siempre las palabras adecuadas para hablar con mis hermanos.
¡¡Señor que todo mi ser te glorifique!!
«Lo nuestro es alabar a Dios».
Que mi boca solo dé a conocer tu gloria. Que mis ojos solo tengan tu mirada. Que mis palabras solo sean para proclamar lo que mi corazón siente y vive, que mi vida solo sea imagen de tu amor.
Que mi vida sea la tuya, Señor, para que mi hablar solo sea para tu gloria.