Abierto

16 de febrero
Viernes después de ceniza

Is 58, 1-9 Y no cerrarte a tu propia carne

Este es el ayuno que yo quiero, me dices hoy: soltar las cadenas injustas, desatar las correas del yugo, liberar a los oprimidos, quebrar todos los yugos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, cubrir a quien ves desnudo y no desentenderte de los tuyos. ( Y no cerrarte a tu propia carne, decías hasta que cambiaron la traducción, vaya por Dios) Entonces surgirá tu luz como la aurora, enseguida se curarán tus heridas, ante ti marchará la justicia, detrás de ti la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor y te responderá; pedirás ayuda y te dirá: “Aquí estoy”