6 de febrero
martes V
I Re 8, 22-23.27-30 Los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte
Y si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, ¿cómo pretendo yo encerrarte en mis ideas, en mi mente, en mis afectos, en mi corazón?¿por qué te reduzco en mis categorías y no de dejo ser Dios?