El rey en casa

24 de diciembre
IV domingo de adviento

IISam 7, 1-5 Cuando el rey se asentó en su casa

Asiéntate en mi casa, Señor, mi rey, dulzura íntima, toma posesión de mi ser, habita en mí, encárnate en mi carne pues carne tuya soy, Señor, siervo tuyo, hijo de tu esclava, alégrame en la alegría de tu gracia cuando me desbordas, tu gracia derramada en mi, abundancia de amor, vestido me dejas de tu hermosura, el amado en mi concibes.