Salid

29 de marzo
Miércoles IV

is 49, 8-15 Salid

Salid, nos dices. ¿De dónde? De vuestro propio querer e interés. Salid, no os aposentéis en vosotros mismos, dejaos de historias reconcomidas, salid de vuestra pobreza sin mí, salid de vuestra tierra y de vuestra casa, en pos de la promesa, sin nada, sin apenas confianza, en la oscuridad, con determinación y abandono, libres de expectativas, ale hop, déjate de historias y ven a la luz, a mi luz, muere deslumbrado y olvidado de ti.