Fortalecidos

7 de diciembre
Miércoles II de adviento

Is 40, 25-31 Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas

¡qué verdad!, echan alas como las águilas y con su envergadura llenan el universo, del uno al otro confín, a las olas de sus alas acogen a la multitud que tienen hambre y sed de vuelo eterno, corren y no se fatigan, como el jaguar, caminan y no se cansan, como los peregrinos, que van a él cuando están cansados y agobiados, para que derrame en sus entrañas el perdón del manso, la paz del humilde, el amor del crucificado, la carga ligera de la salvación.

12-07