A mi lado

23 de octubre
XXX Domingo

II Tim 4, 6-8.16-18 Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas

Como siempre, ante ti, certeza inexplicable. Apareces y desapareces, pero siempre estás a mi lado. Cuando me ausento. Cuando creo que te ausentas. Cuando no te siento. Cuando la nostalgia de tus encuentros en plenitud me consumen. Cuando te anhelo, cuando cada día me dirijo a ti para decirte, ten piedad de mi, que soy un pecador. Tú estás a mi lado y me das fuerza para proclamar tu evangelio. ¿Sin ti, qué sería de mi? Pues mi amado es para mi y yo soy para mi amado.

10-23