Refugiados II

19 de septiembre
Lunes XXV

Pro 3,27-34 Hijo mío, no niegues un favor a quien lo necesita, si está en tu mano hacérselo

Déjame entrar, no cierres tu vida a la mía. Protégeme, que confío en ti. He salido de mi tierra y de mi casa, perseguido, huyendo del hambre, de la guerra, del terror, del miedo, de la incomprensión, de la discriminación, del horror, he llegado hasta tus fronteras, ahora tienes la ocasión de vivir como predicas, de mostrar tu humanidad acogiéndome, abrir tu mano para abrazarme, sostenerme, protegerme, darme tu vida.

09-19