5 de septiembre
Lunes XXII
Salmo 5 Que se alegren los que se acogen a ti
Alegre con júbilo eterno, alegre y lleno de gozo, alegre porque tú le hs acogido en su enfermedad, porque sin saber tu nombre se ha sentido amado por ti y ahora es tu amante fiel, alegre el hombre del brazo paralítico que queda restablecido en sábado, porque tú eres Señor del sábado y dueño de la ley, y haces piruetas con nuestra legalidades eclesiásticas que tantos quebraderos de cabeza crean a los que no saben que eres fuego devorador, llama de amor viva que consumes y nos das pena. Alegre que danza al son de tu misericordia.
