Comentarios diarios a la Palabra de Dios, que ayuden a rumiarla y encarnarla
20 de abril
Miércoles IV de Pascua
Salmo 66 Ilumine su rostro sobre nosotros
Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros, bendícenos, danos tu paz. Que resplandezcamos en esta pascua, luz de tu gloria, claridad de tu hermosura, llama de tu amor. Haz que nuestras vida, entregadas a ti, sean luz en medio de las oscuridades de nuestro mundo. Tu rostro amado, Señor, tu rostro deseado, transforme nuestros rostros en manifestación de tu misericordia.
19 de abril
Martes IV de Pascua
Jn 10, 22-30 Mis ovejas
Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna. Es un tríptico de tu ser buen pastor, un triduo en tu palabra, domingo, lunes, martes, repitiendo lo mismo, melodía de tu misericordia, de tu ser vida , cuidado y protección, amparo, redil, refugio, guardián y guía. Gracias, Señor, por tu ser buen pastor.
18 de abril
Lunes IV de pascua
Jn 10,1-10 Lo siguen, porque conocen su voz.
Tu voz. Silbo amoroso en mis dulces sueños. Tu voz, frescor resplandeciente, aurora de la mañana, estrella en el desierto, arena cálida, hierba jugosa que me llama: amada mía, paloma mía, hermosa mía, ven a mí. Me levanto en la noche, despierta de días, y te alzo para ti, porque conozco tu voz, y tu voz me guía, me llena de la suavidad de tu hermosura. Tu voz.
17 de abril
IV domingo de Pascua
Jn 10, 27-30 Yo les doy la vida eterna
Tú, buen pastor, das la vida eterna. Tú reparas las fuerzas. En verdes praderas me haces recostar, me conduces hacia fuentes tranquilas. Nada temo, porque tú vas conmigo. Me das vida, y vida en abundancia. Me tranquilizas. Me acaricias con tu amor entregado. Cuidas de mi existencia. Aunque no sepa bien como. Estoy en tus manos llenas de misericordia.
16 de abril
Sábado III de Pascua
Jn 6, 60-69 El espíritu es quien da vida. La carne no sirve para nada
¿Cuándo terminaré de vivir de tu espíritu y no de mi carne? Deja que el eco de la pregunta, y el silencio de tu respuesta, meza mi vida en el vaivén de tu amor.
15 de abril
Viernes III de pascua
Hechos 9, 1-20 Una luz celeste lo envolvió con su resplandor
Esa luz, tu luz, Señor, al alcance de mi mano cuando no pretende alcanzar nada. Esa luz, tu luz, que todo lo baña y lo transfigura, en mi ceguera. Esa luz, Señor, tan clara y tan difusa, que llena la noche de la claridad de tu presencia. Esa luz, Señor, desapercibida en mi realidad, y sin embargo tan presente. Esa luz, tu luz, Señor, que me ofreces cada día, que me ilumina, me sana, me salva, me hace luz en ti sin saber que soy por ti iluminado. Mejor así. Envuelto en tu resplandor, en silencio agradecido.
14 de abril
Jueves III de Pascua
Jn 6, 44-51 El que cree en mi tiene vida eterna
La vida eterna, hoy, por ti ofrecida. Aquí, ahora. Gracias, Señor resucitado, Dios de la vida, amor mío.
13 de abril
Miércoles III de Pascua
Hechos 8, 1-8 Se desató una violenta persecución contra la Iglesia
Hoy siguen persiguiendo a muchos cristianos, mucho mueren por creer en el Dios del amor, en el Padre, en el Hijo, en el Espíritu Santo. En Corea del Norte, Arabia saudí, Afganistán, Pakistán, India, Iraq, Somalia, Maldivas, Malí, Irán, Yemen, Eritrea, Sudán del Norte, Nigeria, Etiopía, Uzbekistán, Libia, Laos, Turkmenistán, Qatar son, entre otros, algunos de los países en los que ser cristiano es un infierno. Por nuestros hermanos perseguidos te pedimos, Dios de la paz. Que sepamos perdonar a los que nos persiguen. Amén.
12 de abril
Martes III de Pascua
Hechos 7, 51-8,1 Vio la gloria de Dios
Desnudo de todo, lleno de gracia, lleno de Espíritu Santo, esteban contempla tu gloria, la vislumbra mirando al cielo, con los pies en la tierra. Nada le pasa desapercibido, abre los ojo y ve tu gloria, abre los oídos y escucha tu Palabra, extiende la mano y toca la carne marchita del enfermo, donde reconocerte y morir en tu misericordia.
11 de abril
Lunes III de Pascua
Hechos 6, 8-15 Lleno de gracia
Vestido con tu gracia, coronado, lleno de ti en el vacío de la existencia, hueco el corazón, seno abierto, cavidad, entraña ofrecida, entra tu gracia en caudal en la vida, transfiguras, cambias el luto en danza, y el rostro de pedernal parece el de un ángel, como Esteban, lleno de tu sabiduría, de tu espíritu, lleno de gracia, encarnado en ti.
