26 de abril
San Isidoro
ICor 2, 1-10 Nunca me precié de saber cosa alguna sino a Jesucristo, y este crucificado
Tú en la cruz rey; tú crucificado atraes mi mirada. Te adoro en la cruz, Señor. Te predico , con mi debilidad, con mis miedos, con el poder de tu Espíritu, que me trastorna, con el poder de tu brazo. Te sé en lo profundo de mi ser, sin nombre, sin rostro humano, crucificado. te se también resucitado, lleno de vida para dármela abundantemente, y llenar con tu voz la aridez de mis labios resecos. En la cruz resucitado.