Adviento VI

4 de diciembre
Viernes I de adviento

Salmo 26 El señor es mi luz y mi salvación

Tú eres mi luz y mi salvación, tú eres la defensa de mi vida, solo te pido una cosa, solo busco una cosa, habitar en tu casa todos los días de mi vida, darme cuenta que me habitas y soy morada tuya, gozar de tus dulzuras en medio de las arideces de la vida, tener ánimo, no temblar aunque me asalten los malvados. Déjame a solas contigo para en el silencio de la tierra comprender que eres mi luz, mi salvación. ¡Ven, señor Jesús!

12.04