14 de noviembre
Sábado XXXI
Sab 18,14-16 Un silencio sereno lo envolvía todo
En ese silencio estás diciéndote. Tu palabra siembra la tierra de tu misericordia. Entraña encarnada. Los cielos proclaman tu gloria. El día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. Envuelto en tu amor.