3 de octubre
Sábado XXVI
Lc 10, 17-24 Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el reino de los cielos
Mi nombre, mi ser, junto a ti, en el reino de los cielos. Déjame sin nombre para ser solo tu nombre. Déjame sin ser para ser solo en tu ser. Quítame las ganas de tener, de ser, de estar, de ver, de aparecer. Déjame en el puro olvido. Con el nombre, sin recuerdo, en el libro de tu vida.