Nostalgia de la luz y XIV

14 de diciembre
Domingo III de adviento

Is 61, 1-2.10-11 El espíritu del Señor está sobre mí

Amada en el amado transformada. Llama. Suspiro airado, exclamación gozosa. Cristalina fuente que apagas mis enojos, me has llagado mientras busco tus amores, mil gracias has derramado, amado. tú montaña, tú valle, tú aspirar sabroso, tú noche sosegada, tú lecho florido, tú zaga de la huella, tú interior bodega, tú pecho, tú ejido, tú flores y esmeraldas, tú me miras, tú ave lijera, tú amena lira, tú blanca palomica, tú soledad y nido, tu aspirar de tu aire, tú pico al aire, tú caza alcanzada, tú desparecido suspiro de nada nada nada. Y más allá, nada.

12.14

Nostalgia de la luz XII

12 de diciembre
Viernes II de adviento

Is 48, 17-19 Tu paz como un río

Tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar, tu descendencia como arena, tu vida y tu muerte en mis manos, tu ser en mi ser, desaparecido en el infinito, todo perdido, todo hallado, olvidado y encontrado, mudo, sordo, ciego, sin voz ni eco de voz, sin palabras, sin conceptos, sin ideas, sin razón, tan real como mi amor es real y hace de tu paz un río caudaloso que no es río sino mar, universo celestial en la muerte.

12.12

Nostalgia de la luz XI

11 de diciembre
Jueves II de adviento

Is 41, 13-20 No temas, gusanito de Jacob

No temas, porque te voy a trillar, a desmenuzar. Luego te aventaré y desaparecerás, polvo del desierto de Atacama, hueso triturado por la dictadura militar. No temas, te voy a arrebatar de ti mismo, te dejaré maltrecho y herido con la lengua reseca de sed, como el indigente que busca agua y no la halla. Muerto de sed en medio del mar, de tu muerte te rescataré como nunca podrás imaginar. Eres nostalgia de mi luz.

12.11

Nostalgia de la luz X

10 de diciembre
Miércoles II de adviento

Is 40, 25-31 ¿ A quién podéis compararme que me asemeje?

No tengo respuesta, pues al beber tu palabra en los labios del profeta, quedo colgado y maltrecho, herido en los más profundo del silencio, sin saber dónde mirar, en dónde anidar, cómo comprender lo que no tiene posibilidad de comprensión, pues está al alcance de la mano que no agarra, de la mirada que no domina, de la palabra que calla sin pronunciarse y se hace discurso mudo, vigor inválido, ala de águila que bucea el abismo del mar, vuelo de estrellas.

12.10

Nostalgia de la luz IX

9 de diciembre
Martes II de adviento

Is 4o, 1-11 Grita

En el silencio del desierto indígena, donde las estrellas siembran las arenas con fósiles de eternidad, donde los cactus abrazan a las personas su herida dulce del desparecer sin rastro, donde tu luz deslumbra las entrañas de la tierra, en el desierto, donde caigo rendido y herido en la soledad infinita, fría, desangelada, sin límites, oigo ese grito sin principio ni fin: «Toda carne es hierba y su belleza como flor campestre: se agosta la hierba, se marchita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre». ¿Dónde permanece mi grito, mi desierto, mi ser?¿Dónde alcanza tu siempre la contingencia de mi nada?

12.09

LLena de luz

8 de diciembre
Inmaculada Concepción de María

Lc 1, 26-38 El Señor está contigo

Queda pasmado el universo al comprender que es verdad, que entras en mis entrañas y conviertes mi carne en templo de salvación. En ti, María, la carne humana se hace historia transfigurada por la bondad del que te ha creado y te ama, del que te hace participar en el apocalipsis sin fin, génesis de un cielo nuevo y una tierra nueva. ¡Qué admiración!

12.08

Nostalgia de la luz VIII

7 de diciembre
II domingo de adviento

Is 40, 1-5.9-11 Consolad, consolad

Consolad, consolad, hablad al corazón, preparad, allanad, enderezad, igualad, subid al monte elevado, alzad la voz, mirad al que viene, dejad que os tome en brazos, que os haga recostar en su ternura infinita, esperad, apresurad su venida, confiad en la promesa, procurad que os encuentre en paz…Caen tus verbos sobre mi tierra en barbecho, ¿cuál me fecundará?

12.07

Nostalgia de la luz VII

6 de diciembre
Sábado I de adviento

Is 30, 19-21.23-26 La luz del ardiente será siete veces mayor

No se bien qué es la luz de la cándida, la que se transformará en luz del ardiente, que será siete veces mayor cuando tú vendes la herida de todos los desangrados del mundo, y vendes las heridas de la humanidad..no se nada ni comprendo nada, pero muero en tu luz ardiente, en la más absoluta de la oscuridad.

12.06

Nostalgia de la luz VI

5 de diciembre
Viernes I de adviento

Is 29, 17-24 Los que habían perdido la cabeza comprenderán

oirán los sordos las palabras del libro, verán sin tinieblas ni oscuridad los ojos de los ciegos, los oprimidos volverán a alegrarse contigo, Señor de la alegría eterna, los pobres gozarán con la riqueza del ser en plenitud, los cojos bailarán en la cumbre de las montañas, ya derretidas como cera desde el principio del adviento…¿Qué transformarás en mi ser, Señor, que parece fosilizado en su sin medida?

12.05