Resurrección

19 de septiembre
Viernes XXIV

I Cor 15, 12-20 Y si Cristo no ha resucitado, nuestra fe no tiene sentido

Tú el que has vencido a la muerte; tú el que amaneces cada día para nosotros. Tú el que vences mi propia muerte, pues en la muerte me das la vida. Tú el que sostienes todo, porque todo lo has creado. Tú el que inicias y sostienes nuestra fe. Tú, Señor Resucitado. Verdaderamente ha resucitado el Señor, aleluya.

09.19

Graica de Dios

18 de septiembre
Jueves XXIV

1 Cor 11, 1-11 Por la gracia de Dios soy el que soy

Soy hijo que clama, Señor Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mi, soy el que te baña los pies con mis lágrimas y te los cubro de besos y te los unge con el perfume con que mi copa rebosa, tú mismo, Señor; soy voz de silencio sutil el tu misterio. Soy tuyo.

09.18

Tu baile

17 de septiembre
Miércoles XXIV

Lc 7, 31-35 Tocamos la flauta y no bailáis

Hazme bailar la danza de tu amor, al son de tu música, Señor. La danza de la paciencia, de la afabilidad, de la humildad, de la disculpa, del perdón, de la entrega generosa, del no pensar en mí, del no llevar cuenta del mal ajeno, del gozar con la verdad.
Hazme bailar contigo, bailar tu baile, bailar en ti, y dejar de ser para entrar en tu música, Señor, desaparecido en la melodía de tu amor.

09.17

LLanto

16 de septiembre
Martes XXIV

Lc 7, 11-17 No llores

Leo tu evangelio de hoy, Señor, y re contemplo mirando la realidad, atenlo que sucede a tu alrededor, a la entrada de Naím. La viuda que va a enterrar a su único hijo, el que asegura su nombre y su existencia. La realidad te interpela en su misterio. El ser humano te mueve a la compasión: no llores. Muchacho, a ti te lo digo, levántate. Y se lo entregó a su madre…
Hazme tuyo, como tú, para ti, Señor.

09.16

Pobre humillado

15 de septiembre
Lunes XXIV

I Cor 11, 17-26 ¿Tenéis tan poco a la Iglesia del Señor que humilláis a los pobres?

Buena pregunta para hacerme junto a ti, clavado en la cruz, manifestando el camino de la pobreza, del desprendimiento, del despojo humano. Participar en tu eucaristía es recibir tu carne pobre, participar en tu dinámica de entrega, de pasar como uno de tantos, de abajamiento. Estás en la carne del pobre hecho carne. ¿Cómo podemos participar de tu eucaristía sin acercarnos a tu pobreza, y comulgar con ella?

09.15

Santa Cruz

14 de septiembre
Exaltación de la Santa Cruz

Filp 2, 6-11 Como un hombre cualquiera, se sometió incluso al muerte, y una muerte de cruz

Si tú el maestro, el mesías, el Señor, el amado, el amigo, has hecho esto por nosotros, por amor, ¿cómo puedo mostrarte lo que te amo, como puedo unirme más a ti, cómo abrazar tu cruz, escándalo absurdo y fuente de salvación? Tu cruz adoramos, Señor, te adro en los crucificados de nuestro mundo, te adoro a ti en la cruz.

09.14

Arbol de vida

13 de septiembre
Sábado XXIII

Lc 6, 43-49 Cada árbol se conoce por sus frutos.

El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien. El tesoro de mi corazón eres tú. El fruto de mi árbol, cuando estoy unido a ti, que eres la vida, solo puede ser un racimo de bondad, verdad y dulzura. Transforma mi corazón, dame un corazón puro, que no lleve cuentas del mal, que perdone siempre, que disculpe siempre, que se olvide de sí, en Ti.

09.13

Dulce nombre

12 de septiembre
Dulce Nombre de María

Si 24, 17-22 Mi nombre es más dulce que la miel

Tu nombre, María. Tu seno abierto a Emmanuel, Dios con nosotros. El Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte amén.

Tu nombre tan dulce, unido al nombre de Jesús, para toda la eternidad. Digo tu nombre y quedo saciado. Gracia y misericordia.

09.12

Enemigos

11 de septiembre
Jueves XXIII

Lc 6, 27-38 Amad a vuestros enemigos

¿Imposible? Eso me pregunto escuchando tu palabra hoy, pensando no tanto en mis enemigos, sino en las personas con las que me cuesta relacionarme. Si tuviera un enemigo, alguien que hiciera peligrar mi vida, mi hacienda, mi honor, mi imagen, ¿le amaría? Si estuviese luchando en un bando, una guerra sin cuartel, como tantas que hay hoy en nuestro mundo, ¿amaría a mi enemigo? Sólo tú, y tu Palabra, tiene capacidad para mostrar lo más real que anida en nuestro corazón.

09.11