Mes: junio 2014

10 de junio
Martes X

I Re 17, 7-6 La orza de harina no se vaciará

La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará porque tú has dado lo poco que tenías para sobrevivir, no te has preocupado de ti, has vuelto tu mirada hacia el necesitado, y le has entregado tu futuro. Hagamos a la viuda de Sarepta un icono en el parlamento europeo, para que no olvidemos lo que es pensar en el otro, en el que llega hasta nuestra casa y pidiendo las migajas de lo que cae de nuestra mesa. Un icono en el parlamento, y una imagen viva en mi corazón.

9 de junio
Lunes X

Mt 5, 1-11 Dichosos los pobres de Espíritu

Recuperamos el tiempo ordinario, después de los cincuenta días de Pascua, con el evangelio de las bienaventuranzas. Me llamas, Señor, a vivir feliz, dichoso, bienaventurado, en la vida ordinaria, en lo cotidiano, en lo normal, en lo que no tienen ninguna apariencia especial y en donde, sin embargo, reside el tesoro de tu Espíritu. La belleza de lo invisible en lo visible, al alcance de la mano, cuando te sigo y estoy contigo, en ti, bienaventurado.

8 de junio
Pentecostés
Hechos 2, 1-11 Se llenaron todos del Espíritu Santo

Se llenaron de tu fuego, de tu luz, de tu ardor, de tu valentía, de tu fortaleza, de tu atrevimiento, de la conciencia inigualable de ser seres en ti, de la capacidad de comunicar, de testimoniar, de hablar en cualquier lengua, de manifestarte con sus vida, con sus obras, con su silencio, con su actuar, con su estar, con su ser. Tu Espíritu Santo descendió sobre ellos y les hizo conocer su realidad, su verdad, su libertad, en Ti.

7 de junio
Sábado VII de Pascua

Jn 21, 20-25 Tú sígueme

Al final de este tiempo de Pascua, como al principio, hoy y siempre, escucho tu voz que me llama: tú, sígueme. A donde quiera que me lleves, Señor. Ir en pos de tu perfume, de tu belleza, de tu verdad, de tu bondad. Ir contigo hasta el confín del mundo, hasta lo más recóndito de mi ser. Ir en luz o en oscuridad. Ir contigo a donde tú me llames. Por ti, contigo, en ti. Amén.

6 de junio
Viernes VII de Pascua

Jn 21, 15-19 Sí, Señor, tú sabes que te quiero.

Te lo digo sin palabras, con el amor que tu pones en mí, desde el que quiero ofrecerme, en silencio, desde lo más profundo del ser tuyo. Sí, Señor, tú sabes que te quiero , tú sabes que te quiero, tu sabes que te amo.

5 de junio
Jueves VII de Pascua

Salmo 15 Tú eres mi bien

Tú eres mi bien. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano. Tú eres mi bien. Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tú eres mi bien. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Tú eres mi bien. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa serena. Tú eres mi bien. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Tú eres mi bien.

4 de junio
Miércoles VII de Pascua

Jn 17, 11-19 Así los envío yo también al mundo

Tú nos envías, Señor. Discípulos misioneros somos del evangelio de la alegría. Dame tu gracia para responder cada día más a la vocación que me has regalado. Consagrado a ti, en el mundo. Como loto en el fuego.

3 de junio
Martes VII de Pascua

Hch 20, 17-27 Lo que me importa…

Una tercera pregunta, al hilo de esta primera lectura. ¿Qué es lo que me importa? ¿Tú me importas, tú me mueves, Señor?. Muéveme el verte, muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. San Pablo dice: lo que me importa es completar mi carrera y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios.

2 de junio
Lunes VII de Pascua

Jn 16, 29-33 Os he hablado esto para que encontréis la paz en mi

Otra pregunta para el día de hoy. ¿Qué es encontrar la paz en ti? ¿Qué paz? ¿Cómo es la paz que tu nos dejas, que tú nos das? Solo hallo paz en aquí, dice Teresa, ¿qué mandáis hacer de mi? Si queréis, dadme oración, sí no, dadme sequedad, si abundancia y devoción, y si no esterilidad. Dadme, pues, sabiduría, O por amor, ignorancia, Dadme años de abundancia, O de hambre y carestía; Dad tiniebla o claro día Revolvedme aquí o allí. Si queréis que esté holgando, Quiero por amor holgar. Si me mandáis trabajar, Morir quiero trabajando. Decid, ¿dónde, cómo y cuándo? Decid, dulce Amor, decid. ¿Qué mandáis hacer de mí?

1 de junio
La ascensión del Señor

Hch 1, 1-11 ¿Qué hacéis ahí plantados, mirando al cielo?

Buena pregunta, que me hago también en esta solemnidad de la Ascensión. Sé que si miro al cielo allí estás tú, ( mirar hacia lo alto es siempre un sentirme en tu presencia, acompañado), pero se también que muchas veces me quedo plantado, inmóvil, incapaz de dar un paso hacia los lugares a donde tú me llamas a proclamar tu evangelio, la buena noticia de tu Salvación. Mirar al cielo y comprometerme contigo en la tierra. Por tu misericordia, Señor.