Descansa

2 de marzo
Domingo VIII

Salmo 61 Descansa solo en Dios, alma mía

Descansa solo en Dios, porque de él viene tu salvación. Tú eres la roca firme, que me asienta, el refugio, que me ampara, la delicia de mi corazón, que se transforma en manjar suculento que me alimenta. El gozo que me das es mi fortaleza. De ti brota mi bendición. Poniendo en ti tanto mi anhelo y mi aspiración. Escucho de ti esta pregunta: ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?

03.02