25 de enero
Conversión de san Pablo
Hechos 22, 3-16 Una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra
Y te adoré. Vuelan los patos, un cielo gris intenso, un rumor de alas. Ya no supe nada más, quedé ciego y sordo, envuelto en el universo de tu amor, que pasa fugaz y no deja rastro de nada, relámpago de luz, voz que aturde en el silencio, olvidadizo y callado, desprendido, el pico al aire de tu vuelo. Nada de nada.