Sígueme

16 de febrero
Sábado después de ceniza

Lc 5, 27-32 Sígueme

Sí, sígueme y destierra de ti la opresión, la maledicencia, el gesto amenazador. Sígueme y comparte con el pobre. Sígueme así y brillará tu luz en las tinieblas y, lo que es mejor, tu oscuridad se volverá mediodía. Sígueme por el camino de la renuncia a ti mismo, sígueme hsta la cruz, y te daré reposo permanente, saciaré tu hambre en el desierto, haré fuertes tus huesos, serás un huerto regado por mi agua vida. Sígueme cada día, cada instante, en todas las respiraciones de tu amor, y entonces yo seré la delicia de tu corazón, el gozo de tu existencia, seré tu señor, tu Dios.

02.16