HIjos de la luz

4 de septiembre
Martes XXII

Santiago 5, 1-6.9-11 Todos sois hijos de la luz

Concebidos en tu luz, señor, bañados por la claridad de tu presencia, que no conoce el ocaso en nuestras vidas, aunque pasemos por la noche oscura. Sabernos hijos de la luz, iluminados. Tu luz que ya está en el centro de nuestro ser, tu luz dada, tu luz reglada. Luz solo oscurecida por nuestras sombras. Solo volver a tomar consciencia de tu luz, que nos habita, puede restaurar nuestro ser herido. Tu Señor, eres mi luz y salvación, ¿a quién temeré?