Sígueme III

3 de julio
Santo Tomás

Jn 20, 24-29 Dichosos los que crean sin haber visto

Seguirte, Señor, es exclamar desde lo profundo de nuestro ser, donde se teje la verdad de la existencia, “Señor mío y Dios mío”. Es reconocerte presente en medio de nuestra vida. Es saberte Señor de mi historia. Es agradecerte que me salvas de mí mismo, de todo mal. Es abrir los ojos de la fe, es donarte sin reservas el ser, es caer rendido y adorarte, sin haberte visto.