Sígueme II

2 de julio
Lunes XIII

Mt 8, 18-22 El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza

Seguirte, Señor. Implica desinstalarse, comporta carencia, incomodidades, generosidad, fatigas sin descanso, inestabilidad, frugalidad…implica abrazar el mismo estilo de vida que tuviste tú mientras viviste en nuestro mundo, y caminaste por nuestros caminos. Seguirte implica desear más la pobreza contigo, Cristo pobre, que la riqueza. ¿Ay qué lejos estoy de ello! Lléname de tu misericordia, que me sigue enriqueciendo sin fin.