Cundir

 

 

21 de abril
Sábado II de Pascua

Hechos 6, 1-7 La palabra de Dios iba cundiendo

Tu palabra, Señor, su fuera arrolladora, silenciosa como la suave brisa, eficaz, fecunda. Tu palabra que hace surgir vida donde hay muerte, que crea y recrea todas las cosas, que sana y salva, que acaricia y golpea, que llega hasta cada uno de nuestros corazones, hasta el centro de la sociedad, y comienza a cundir. Que como María nos abramos a tu Palabra.