Fardos

 17 de enero
Martes II

Mc 2, 2-28 El  sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado

Perdona, Señor, los fardos pesados que ponemos sobre tantos hombres y mujeres a través de normativas que asfixian, que cierran el corazón, que son como pesadas cadenas que impiden acudir con libertad a la dicha de tu amor, a la voz cálida que llama para proclamar un año de gracia y de perdón. Perdona, Señor, a tantos hombres y mujeres tuyos que embrutecidos por la ley no saben dar una palabra de aliento ni de consuelo.