Nos visitas

10 de septiembre
Sábado XXII

Lucas 1, 46-55 Proclama mi alma la grandeza del Señor

Esta tarde, en Madrid, nos reuniremos los marianistas para celebrar la eucaristía y dar así inicio a una nueva provincia religiosa de España. Leeremos este evangelio de la visitación, pues tú, Señor, nos visitas a nosotros hoy, llegas a través de María, y nos das tu palabra para que la encarnemos. Rezad por nosotros, para que hagamos en todo momento lo que Jesús nos diga, con el Espíritu de María.

9 de septiembre
Viernes XXII

Salmo 15 El Señor es el lote de mi heredad

En intimidad profunda contigo, Señor, voy diciendo en silencio este salmo, que me adentra en ti: Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti; yo digo al Señor tú eres mi bien. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano, me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.

 

María

8 de septiembre
Natividad de la Virgen María

Mt 1, 1-16.18-23 Genealogía de Jesucristo

Así comienza tu Buena Noticia, el evangelio contado por Mateo. Refiriendo tu genealogía. Tú, Señor, inserto en un árbol de vida con generaciones de hombres y mujeres de lo más variado, hasta llegar  a José, el esposo de María, que nació para darte a luz. María, que fue amada por ti desde el inicio, María Inmaculada, María tu Madre, nuestra Madre.

El pico al aire

7 de septiembre
Miércoles XXIII

Col 3, 1-11 Buscad los bienes de allá arriba

El motivo para esta exhortación no es otro sino que hemos resucitado contigo, Señor. Una criatura nueva, renovada, iluminada, no puede mirar hacia el suelo, aunque tenga los pies bien puestos sobre la tierra y la realidad, sino aspirar a los bienes que nos transcienden y nos hacen ser de verdad en ti. En consecuencia dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: impureza, pasión, codicia, avaricia, ira, coraje, maldad, calumnias, groserías…Que así sea hoy.

Agradecer

6 de septiembre
Martes XXIII

Col 2, 6-15 Rebosad de agradecimiento

Darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, por tu presencia, por tu bondad, por tu fidelidad, porque me mantienes enraizado en ti, porque me sostienes, porque me perdonas, porque me unes a ti desde lo más íntimo de tu amor que supera todo lo que imagino, porque me llamas a la  plenitud, a la santidad. También hoy.

Cristo

5 de septiembre
Lunes XXIII

Col 1, 24-2, 3 Nosotros anunciamos a Cristo

Eres tú, Señor, la esperanza de la gloria. Nos abres a la esperanza de participar en tu gloria, algo inaudito, que asombra, que admira. Por eso, porque nos mueve la esperanza de ser en plenitud en ti, gracias a Ti, te anunciamos. El tesoro que recibimos lo compartimos y lo proclamamos. También hoy.

Amor

4 de septiembre
Domingo XXIII

Rm 13, 8-10 A nadie le debáis nada, más que amor

El amor procede de ti, Señor, es don gratuito que ni se compra ni se paga, por eso lo podemos deber, desear, donar. Arraigados en tu amor, recibimos el amor, fructificamos en el amor. No estar sino en deuda de amor, y reconocerlo. No pretender sino relacionarnos hoy, con los demás, a través del amor. ¿Será posible?

Arraigados

3 de septiembre
Sábado XXII

 Col 1, 21-33 Cimentados y estables en la fe

Arraigados y edificados en Ti, Señor, firmes en la fe. El lema de las Jornadas Mundiales de la Juventud vuelve a resonar, y trae el eco de este enorme encuentro que reunió a tantos jóvenes en tu nombre. Que construyan su vida sobre la roca firme de tu amor. A todos haznos ahondar nuestras raíces en ti, en tu presencia viva en medio de nuestra vida. Que así sea.

Plenitud

2 de septiembre
Viernes XXII

Col 1, 15-20 En El quiso Dios que residiera toda la plenitud

Contemplo tu rostro, Señor, me pongo junto a tu ser amor, y voy repitiendo estas afirmaciones de la carta a los colosenses.  Tan sencillas en su profundidad insondable. Tú la plenitud. Tú el origen de todo. Tú anterior a todo. Tú en el que todo se mantiene. Dejo, Señor, que resuene el Tú en mi, y en silencio accedo a tu plenitud.

Unidos a vosotros

1 de septiembre de 2011
Jueves XXII

Col 1, 9-14 No dejamos de rezar a Dios por vosotros

Después del paréntesis de agosto, verano en el hemisferio norte, que seguro nos ha mantenido en contacto con la palabra de Dios, y en la oración, es bueno empezar un nuevo curso de comentarios poniéndoos  delante de Dios, a vosotros,  a todos a los que llega este Dime una Palabra. Que escuchando su Palabra consigamos un conocimiento de su voluntad  y aumente nuestro conocimiento de Dios. Que así sea.