Exodo III

20 de julio
Miércoles XVI

Ex 16, 1-5.9-15 Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto

Descendemos en el abismo de los reproches. Echarte en cara tu actuación. Preferir la muerte ( con una olla repleta de cebollas) a el vagar por la aridez del desierto, con tu diestra amparándonos, con tu presencia guiándonos. Pero no cejas en tu misericordia. A pesar de las murmuraciones harás llover pan del cielo, y las codornices vendrán para saciar nuestra sed de carne. Porque tú, Señor, nunca nos abandonas. Aunque a veces nos sintamos perdidos.