María V

25 de mayo
Miércoles V de pascua

Jn 15, 1-8  Permaneced en mi y yo en vosotros

Como los sarmientos unidos a la vid; porque vale más un día en tus atrios que mil en mi casa; permanecer en ti, Señor y dador de vida. ¿Adónde iré lejos de tu aliento? ¿Adónde escaparé de tu mirada? Unido a ti, como el agua al vino. Unido a ti, en el Padre y en el Espíritu Santo. En tus manos, Señor, permanezco como un niño en brazos de su madre.