Creación II

8 de febrero
Martes V
Gen 1, 20-2, 4 Creó Dios al hombre a su imagen.
A imagen tuya somos creados. Hombre y mujer somos creados. Llamados a creced y multiplicarnos. Con amor. Participando, colaborando con tu creación.  Dar vida. Mantener la vida. Cuidar la vida. Protegerla. En el mismo acto de recibir el ser recibimos la finalidad de nuestro ser. Hoy que parece todo desdibujado, conviene recordar que somos obra de tus manos, que en ti está nuestro origen, que a Ti tiende nuestro fin.

Creación I

7 de febrero
Lunes V

Gn 1, 1-19 Y vio Dios que era bueno

Creas, Señor, la luz, el día, la noche, las aguas, el cielo, la tierra, el mar, la verde fecundidad, la semilla, los árboles, las estrellas…Creas, Señor, y ves que  lo que brota de tus manos es bueno, porque participa de tu belleza, de tu bondad. Creas por amor una naturaleza que nos donas, una naturaleza buena, que ahora nos encargamos de deteriorar sin remedio. Perdónanos, Señor.

Sin techo

6 de febrero
V domingo

Is 58, 7-10 Hospeda a los pobres sin techo

En la capilla de “Cachito de cielo” de Madrid, Señor, se puede adorar durante las veinticuatro horas, día y noche, tu Cuerpo expuesto en la eucaristía. Algún vagabundo entra para estar contigo, para estar caliente. Las religiosas que están allí dan de comer cada día a más de un centenar de sin techo. Amarte a Ti, adorarte, servirte en los más necesitados. Cuando lo hacemos nos respondes, nos dices “Aquí estoy”. Y haces brillar tu luz en nuestras tinieblas.

Oración

5 de febrero
Hb 13, 15-17.20-21 Ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza

Oremos sin interrupción, que nuestros labios profesen tu nombre, Señor, en una oración continua, que vaya de la boca al corazón, que vaya llenando nuestro ser de tu presencia llena de misericordia y de bondad. Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias. Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí que soy un pecador.

 

Vida religiosa III

4 de febrero
Viernes IV
Hb 13, 1-8 Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad

Comunión fraterna en tantas comunidades religiosas, signo de comunión en un mundo lacerado por las guerras y discordias. Hospitalidad de quien acoge a quien viene casado y agobiado, a quien tiene hambre, a quien no tiene techo, a quien es perseguido, al inmigrante, al enfermo, al que no sabe. Signos de comunión por la comunión de la que tú nos haces participar por tu Trinidad de amor.

Vida religiosa II

3 de febrero
Jueves IV

Mc 6, 7-13 Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más

Así caminan tantos religiosos y religiosas por los caminos de nuestro mundo, enviados por ti, anunciando la Buena Noticia de tu reino, predicando la conversión, echando muchos demonios, ungiendo a los enfermos, curando, enseñando, tanto testimonio sin alharacas, sufriendo la incomprensión que viene, a veces, algunos miembros de la Iglesia. Despojados, pobres, crucificados contigo, por ti y en ti, transmisores de tu salvación.

Vida religiosa I

2 de febrero
La presentación del Señor
Lc 2, 22-40 Sirviendo a Dios con ayunos y oraciones

Con ayunos y oraciones te servimos y buscamos los religiosos y religiosas, don tuyo a la Iglesia. Te buscamos  en los hermanos que os has dado, con los cuales compartís la misma vida y misión. Te buscamos en los hombres y en las mujeres de nuestro tiempo, a los que somos  enviados para ofrecerles, con la vida y la palabra, el don de Tu Evangelio. Te buscamos particularmente en los pobres, primeros destinatarios de la Buena Noticia. Te buscamos en la Iglesia. Te buscamos con pasión, apasionados por la humanidad. Gracias, Señor, por poner el deseo de ti en nuestros corazones.

Sanación

1 de febrero
Martes IV

Mc 5, 21-43 Pensando que con solo tocarle el manto se curaría

Llena de confianza, llena de fe, poniendo todo su deseo de ser curada en un simple acercarse a ti y tocar el borde de tu manto, con sencillez, con ingenuidad, con un corazón limpio, con un espíritu pobre, con ansias inflamadas…Y todo ello, aparentemente tan poco profundo y sesudo, merece tu elogio y tu actuar: “Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud”