21 de enero
Viernes II
Mc 3, 3-19 Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso
Subir a la montaña, Señor, lugar de la soledad y del encuentro contigo. La montaña, lugar de tu epifanía, de tu manifestación. Lugar de la transfiguración. Mientras subes nos vas llamando. Llamada a seguirte para compartir contigo la experiencia de la montaña, de la intimidad con el Padre, de la transformación personal, para ser apóstoles, discípulos, para ser tus auténticos seguidores.