Apocalipsis II

16 de noviembre
Martes XXXIII

Ap 3, 1-6. 14-22 Conozco tus obras, y no eres ni frío ni caliente.

Reproche que acepto, Señor, que me deja mudo. Solo ante ti, en oración, confiando que en tu misericordia no me vomitarás de tu boca, que una vez más me das la oportunidad de ser  de verdad un en ti, vacío radical. Se que estás a la puerta, llamando. Me llamas hoy. Quiero abrirte. Que entres, que comamos juntos: acercarme al don de la eucaristía, ser transformado en ti.