20 de mayo
Jueves VII de Pascua
Salmo 15 Por eso se me alegra el corazón
La misma alegría que experimentó María al acoger tu Espíritu, al recibirte, es la que experimento cuando me encuentro unido a Ti por el don del Espíritu. Tú eres mi bien, por eso se alegra mi corazón y se gozan mis entrañas. Tu Espíritu, Señor, me enseña el camino de la vida, me sacia de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.