Transfiguración

28 de febrero
Domingo II cuaresma

Lc 9, 28-36 Y mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió

Unido al padre en la intimidad más profunda de tu ser. Transfigurado para que Pedro, Juan y Santiago vean la manifestación de la Gloria de Dio en ti. Lleno de luz, lleno de paz, lleno de ser, lleno de plenitud. Digno de adoración. Así te presentas también ante nosotros, este segundo domingo de cuaresma. Te muestras, nos acercas a ti, nos introduces en tu ser Dios para nosotros. Te adoro.

02.28

Amad a los enemigos

27 de febrero
Sábado I cuaresma

Mt 5, 43-48 Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os odian

¡Qué difícil! Aparentemente imposible. Solo el hombre que es lo que ser, ser tuyo, creado a tu imagen y semejanza, puede lograrlo. Tú nos diste un ejemplo, para que sigamos tus huellas. Tantos mártires, testigos tuyos, murieron perdonando a sus verdugos. En la actualidad tenemos el ejemplo de Nelson Mandela, tan real, de perdón sin condiciones. Dame un corazón reconciliado con los que creo me han hecho mal, Señor.

 02.27

El perdón

26 de febrero
Viernes I cuaresma
Salmo 129 De ti procede el perdón, Señor

Y por tu perdón generoso y gratuito, lleno de amor, reconfortante, restaurador, rico en gozo y alegría, lleno de vida y salvación, infundes respecto y una respuesta de amor agradecido. Por eso, ya siempre, mi alma espera en tu palabra y te aguarda  más que el centinela la aurora. Porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

02.26

Protégeme

25 de febrero
Jueves I cuaresma
Est 14, 1.3-5.12-14 Protégeme pues yo misma me he expuesto al peligro

La reina Esther recurre a ti, Señor, y hago mías sus palabras. Y también me expongo al peligro y sin ti yacería en tinieblas y en sombras de muerte. Yo también me expongo al peligro y sin tu misericordia hozaría con los cerdos en el lodazal, todo perdido, cual hijo pródigo. Pero tú estás. Y a ti, como Esther, me dirijo: “A mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme, Señor, que lo sabes todo”.

02.25

MIsericordia

24 de febrero
Miércoles I cuaresma

Salmo 50 Misericordia…

Es lo que te pido en esta cuaresma. Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa, limpia mi pecado. Crea en mí un corazón puro, renuévame con espíritu firme.  Hazme oír el gozo y la alegría. Devuélveme la alegría de tu salvación. Afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza.

 02.24

Oración

23 de febrero
Martes I cuaresma

Mt 6, 7-15 Cuando recéis no uséis muchas palabras

Dame tu palabra para utilizarla en mi oración. Dame tu amor para amarte en la oración. Dame tu presencia para presentarme en la oración. Dame tu espíritu para encarnarlo en mi ser. Dame tu ser para ofrecerte mi ser tuyo, en adoración. Dame el silencio para ser en ti, despojado de todo, en nada más. Dame el don de la oración, Señor, como tú quieras, cuando tú quieras, para tu gloria.

 02.23

Cátedra de Pedro

22 de febrero
Cátedra del apóstol Pedro
Mt 16, 13-19 Tú eres Pedro

Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia. Tú eres Pedro, el que  has negado y llorado en tu negación.  El que  has dicho por tres veces que amas a Jesús, y que él lo sabe. Pedro el impulsivo. Pedro testigo de la resurrección. Pedro que no entiende, Pedro en su limitación, Pedro en su debilidad, Pedro en su generosidad, Pedro tan humano, tan enamorado del Señor.  Tienes ya mi debilidad humana. Auméntame el amor.

Por el Papa Benedicto, Sucesor de Pedro, te pido, Señor.

02.22

Fe del corazón

21 de febrero
I domingo cuaresma
Rm 10, 8-13 Por la fe del corazón
Por la fe del corazón, Señor, me haces latir en cada momento, me das la vida. Por la fe del corazón me regalas una confianza en ti anidada en el centro de mi vida. Por la fe del corazón, Señor, me permites acercarme a ti, dialogar contigo, como un amigo. Por la fe del corazón, Señor, pones en mi las actitudes de maría que acepta, contempla y encarna tu Palabra en su corazón.

 02.21

Destierra

20 de febrero
Sábado después de ceniza

Is 58, 9-14 Cuando destierres de ti la opresión…,

…el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu  oscuridad se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña.

Es Tu palabra, Señor, la bella, tan real. Hazme en ella.

02.20

Ayuno verdadero

19 de febrero
Viernes después de ceniza
Is 58, 1-9 El ayuno que yo quiero es éste…

…partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora…

Solo en ti, solo desde ti, solo por ti, puedo ayunar así. Porque tú eres el pan que da la vida y me alimenta. Solo tu luz puede iluminar mi noche y abrirme a la aurora del prójimo.

02.19