Mi vida errante

21 de enero
Jueves II semana
Salmo 55 Anota en tu libro mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre, dios mío

Uno de los versos más hermosos de los salmos. No solo por su poesía, tan evidente, sino por lo que te suplica. Da  asiento a mi vida, Señor, en Ti. Libérame de ir errante de un lugar para otro, que encuentre la estabilidad en  Ti, Señor. Y que las lágrimas que esta existencia me hace verter queden recogidas en el odre de tu corazón, en el recipiente de tu misericordia. Que así sea, Señor.

01.21

David y Goliat

20 de enero
Miércoles II semana

1S 17, 32-33.37.40-51 Yo voy hacia ti en nombre del Señor

 David  sabe en su interior, sin formularse ni perderse en muchas consideraciones: soy pequeño, pero  me mueve el nombre del Señor.  Estoy armado con una honda y una piedra, ridículas, pero como armadura llevo puesta mi confianza en el Señor. Y actúa sin pensarlo dos veces: corre velozmente en dirección al gigante filisteo, dispara la piedra con su honda…y vence.
De  nuevo, Señor, me muestras el camino que he de seguir.

01.20

El pequeño

19 de enero
Martes II semana

1 S 16, 1-13 Queda el pequeño

Jesé va presentando a Samuel a sus hijos, para que descubra al elegido de Dios. Solo queda el pequeño, David.
Una vez más, Señor, pones ante mis ojos tu manera de obrar y de elegir. Eliges lo pequeño para confundir a lo grande. Una vez más…qué lento soy para comprender tu manera de actuar. Purifícame.
“Anda, úngelo, porque es éste. En aquél momento invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante”

01.19

Buen camino

18 de enero
Lunes II semana

Salmo 49 Al que sigue el buen camino, le haré ver la salvación de Dios

En un mundo de tantos caminos y tantas encrucijadas, en una sociedad en que no hay fronteras entre el buen camino y el mal camino, pues todo depende de la subjetividad personal, y de una mal entendida tolerancia, quiero aparcar todas las consideraciones y pedirte que me ayudes a seguirte a Ti, Señor, que eres el camino, la verdad y la vida de mi vida. Seguirte a Ti en verdad, buen camino.

01.18

Caná

17 de enero
Domingo II semana

Jn 2, 1-11 No les queda vino

Me gusta ver a tu madre, Señor, atenta a las necesidades de los demás, preocupada por las carencias y por sus consecuencias, poniendo su confianza en ti para que todo llegue a buen fin. Me gusta ver a María que no teme resaltar lo negativo, lo que falta, lo que no está bien, para que pueda resolverse hacia el bien. Me admira María, por eso te pido me hagas cada día más como Ella.

01.17

Sígueme

16 de enero
Sábado I
Mc 2, 13-17 Sígueme

Empezaba la semana con tu invitación, ven  conmigo, termina la semana con tu llamada, sígueme. Y entre medias siete días que ahora, en un tiempo que me voy a regalar, trato de examinar. ¿Cómo he estado contigo? ¿Cómo te he seguido? ¿por dónde? Y en la respuesta quiero poner amor, el amor que tú me tienes, y desde tu mirada llena de bondad y misericordia responderte.

 01.16

Paralítico

15 de enero
Viernes I

Mc 2, 1-12 Llegaron cuatro llevando un paralítico…

Cuando estoy paralizado no puedo caminar, no puedo seguirte, no puedo mover mi ser hacia Ti. Por eso necesito la comprensión, el apoyo, el ánimo, las extremidades, la voluntad, la cercanía, la ayuda, la presencia, de una comunidad que me acerca a ti, que me pone ante tu presencia…Hombres y mujeres en la Iglesia, mi comunidad religiosa, la fraternidad…gracias, Señor.

 01.15

Leproso

14 de enero
Jueves I
Mc 1, 40-45 Si quieres puedes limpiarme

Siempre vuelvo a las mismas frases, a las misma oraciones, porque tocan lo más profundo de mi ser. Acercarme a ti, Señor Jesús, y confiarte mi lepra, mi limitación, lo que corroe mi cuerpo y lo va putrefactando. Se que tú…Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. En ello confío. Y lo harás en el momento pondrás oportuno.

01.14

Soledad y silencio

13 de enero
Miércoles I

Mc 1, 29-39 Se marchó al descampado y allí se puso a orar

En soledad y en silencio, ante Ti. En medio del bullicio de las calles, en soledad y silencio, ante Ti. Entre mis ruidos mentales, en soledad y silencio, ante Ti. En el rumor de mis trabajos cotidianos, en medio del mercado de la vida, en soledad y silencio, ante Ti. Haz que mi corazón, encarnado en la realidad, sea un espacio para ti, un descampado donde tú puedas acampar, donde tu Palabra ponga una tienda en mi vida. Que así sea.

01.13

Se regocija

12 de enero
Martes I semana

1 Samuel 2  Mi corazón se regocija en Dios, mi salvador
El corazón, donde late mi vida, el centro de mis afectos, el motor de mi existencia. Se regocija, que es mucho más que  contentarse, que alegrarse, que gozar. En Ti, Señor, que eres tu tú que amas y salvas, que transformas la existencia cotidiana, que en mi esterilidad me haces fecundo. Por eso me alegro como Ana y digo hoy en oración: “Mi corazón se regocija en Dios, mi salvador”.

01.12