Casa de oración

20 de noviembre
Viernes XXXIII
Lc 19, 45-48 Mi casa es casa de oración…

…y se ha transformado en una cueva de bandidos. Hemos olvidado dirigirnos a ti, dialogar contigo, adorarte, alabarte, bendecirte, pedirte, darte gracias, y nos dedicamos a nuestros propios quereres en intereses. Y tú, Señor, nos miras con ¡tanta misericordia! al tiempo que nos reprochas que hemos convertido tu casa de oración en una cueva de bandidos.

11.20

Paz en Jerusalem

19 de noviembre
Jueves XXXIII

Lc 19, 41-44 ¡Si al menos tú comprendieras lo que conduce a la paz!

Tu lamento, Señor, al acercarte a Jerusalén, sigue resonando por el Monte Sión y el torrente Cedrón.  Jerusalén, Jerusalén, ciudad santa de judíos, cristianos y árabes, en permanente conflicto…orar hoy por la paz en Palestina, en Israel, en la tierra santa que te vio morir para traer la paz y la salvación a todos los pueblos.

11.19

Lo he guardado

18 de noviembre
Miércoles XXXIII
Lc 19, 11-28 Señor, aquí está tu onza, la he tenido guardada en un pañuelo

…no ha producido nada lo que me diste. No ha sido fecundo el don, no ha dado fruto. Por miedo, por pusilanimidad, por tantas circunstancias lo que me has dado lo he tenido escondido, guardado…y ahora te lo devuelvo. Y tu palabra corre veloz: “por tu boca te condeno, empleado holgazán”. Siempre que das un don, Señor, y das tantos, pides responsabilidad.

11.18

Desprenderme

17 de noviembre
Martes XXXIII
Lc 19, 1-10 Mira, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres

La respuesta de Zaqueo es la única posible cuando tú entras en nuestra vida y compartes la tuya. Una respuesta inmediata, generosa, radical, libre de todo egoísmo, de todo cálculo. Una respuesta que sale de las entrañas que se abre a la realidad del pobre y del desfavorecido, que no retiene sino que da. El regalo de tu presencia provoca regalar la vida. Y por eso dices, Señor: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”

 11.17

Que vea

16 de noviembre
Lunes XXXIII
Lc 18, 35-43 Señor, que vea otra vez.

Es la súplica del ciego cuando preguntas, una vez más, ¿qué quieres que haga por ti? Continuamente me estás preguntando y de nuevo te respondo lo mismo: “Señor, que vea otra vez”. Que vea como te he visto, que vea y crea, que no deje de verte y de creer. Que mi mirada me abran a tu realidad y a tu presencia en medio de mi propia historia, de mis hermanos.

 11.16

Sendero de la vida

15 de noviembre
Domingo XXXIII
Salmo 15 Me enseñarás el sendero de la vida

Este salmo, leído el otro día en el bautizo de una niña, me hizo darme cuenta, Señor, que desde el inicio de mi vida me estás enseñando el sendero de la vida, donde tú eres camino y verdad; que desde el momento del bautismo me das la oportunidad de saciarme de gozo en tu presencia.  De que eres el lote de mi heredad. Por eso se me alegra el corazón y se gozan mis entrañas. En ti, Señor, en tu presencia en mi vida.

 11.15

Fe en esta tierra

14 de noviembre
Sábado XXXII

Lc 18, 1-8 ¿Encontrará fe en esta tierra?
Esta pregunta que nos haces hoy en el evangelio conmueve mis entrañas. No quiero caer en la tentación de preguntarme si hay más o menos fe en nuestro mundo, en nuestra sociedad secularizada, donde parece que estorbas…Es verdad, también, que mucha gente de busca sin saber que te busca. Lo que me preguntas hoy es en qué medida mi fe, la que tengo en ti, es fecunda y contribuye ala fe de la sociedad, de nuestro mundo. Auméntame, Señor, la fe.

 11.14

Creerlos dioses

13 de noviembre
Viernes XXXII

Sb 13, 1-9 Fascinados por su hermosura, los creyeron dioses

Seguimos fascinados por tantas cosas, adoramos tantos ídolos que nos separan de ti! El consumo, el ocio desenfrenado, la moda, los deportes y deportistas idolatrados, la apariencia…la magia, los astros y las estrellas, las cartas y adivinos….Fascinados por muchas cosas, incapaces de ir  a la fuente del ser y de la belleza verdadera, que eres Tú, Señor y Creador nuestro.

11.13

La sabiduría

12 de noviembre
Jueves XXXII
Sb 7, 22-8,1 La sabiduría es…

…un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, móvil, penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable,  bondadoso, agudo, incoercible, benéfico, amigo del hombre, firme, seguro, sereno… estas son sus características. ¿Cuáles necesito pedirte, Señor, para ser sabio según la sabiduría que procede de ti? ¿Cuáles me invitas a trabajar el día de hoy?

11.12

Proteged

11 de noviembre
Miércoles XXXII
Salmo 81 Proteged al desvalido y al huérfano

Este es tu mandato: amar a los demás como a uno mismo, practicar el amor con los más necesitados, pues son le sacramento de  presencia en medio de nosotros, tener una mirada de compasión hacia los que sufren por cualquier motivo…Tener un corazón de carne, y no un corazón de piedra, insensible a las necesidades de los demás.  Practicar la misericordia, la justicia y el derecho. Dame tu corazón, Señor.

11.11