Ultimo puesto

31 de octubre
Sábado XXX

Lc 14, 1.7-11 Vete a sentarte en el último puesto

¡Qué difícil! Allá, donde nadie me vea, donde nadie perciba la importancia con la que yo me juzgo a mi mismo, donde nadie aprecie los ropajes con los que me disfrazo, las vanidades que creo me embellecen. Dame, Señor, el estar en el último puesto, tan lejano a mí, e incluso olvidarme de que estoy allí. Que la humildad brote del amor y del olvido. 

10.31

Gran pena

30 de octubre
Viernes XXX

Rm 9, 1-5 Siento una gran pena y un dolor incesante en mi corazón

Así escribe San Pablo, refiriéndose a su pueblo, a su historia, a su ser. El ha ido más allá y ha conocido el misterio de Cristo. Se ha tenido que despojar de lo que hasta entonces había sido lo más constitutivo de su ser persona. Lo ha dejado todo por Ti. Y me pregunto, ¿cuáles son las penas y dolores de corazón que me producirán dejarlo todo por ti? La respuesta la pongo en tus manos.

 10.30

¿Quién en contra?

29 de octubre
Jueves XXX

Rm 8, 31-39 Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?

Qué Tú estás con nosotros es una evidencia.  Así te llamas, Emmanuel. ¿Por qué temo, Señor, a la muerte y a las muertes cotidianas, a las aflicciones, a las angustias, a cualquier tipo de persecución real o imaginaria a la desnudez, al peligro, a la espada? ¿Quién puede hacerme algo en la verdad de mi vida si tu eres mi verdad y mi amor? ¿Quién puede estar contra mí si estás conmigo?

 10.29

Orando

28 de octubre
Miércoles XXX
Lc 6, 12-19 Pasó la noche orando a Dios

Hazme, Señor, un hombre de oración. Úneme a tu oración silenciosa, en soledad. A tu oración abandonada y confiada en manos del Padre. A tu oración sencilla, sin palabras, confiada. A los latidos de tu corazón orante. Úneme a ti, Dios mío, para que desaparezca en ti y sea manifestación de tu evangelio, de la buena noticia de tu amor y salvación en el mundo.

 10.28

Grano de mostaza

27 de octubre
Martes XXX
Lc 13, 18-21 Se parece a un grano de mostaza….

Así es el reino que está en medio de nosotros, y que no acertamos ni a vislumbrar. Como un grano de mostaza, tan pequeño, que se transformará en un arbusto lleno de vida, que acoge la vida. De algo mínimo a una creación que se manifestará en todo su esplendor y nos mostrará tu gloria…mientras tanto gimo en mi interior deseando ver lo que no veo.

 10.27

Encorvada

26 de octubre
Lunes XXX

Lc 13, 10-17 Andaba encorvada, sin poderse enderezar

La imagen de la mujer que lleva dieciocho años encorvada, ¿la mitad de su vida?, me hace pensar en mí vuelto hacia mí mismo, enredado en mis ansias, temores, heridas, frustraciones, proyectos, deseos…sin poderme enderezar y caminar como un hombre libre, tan atareado me encuentro en mi mismo. Deseo que tú, Señor, me llames y me dejes libre de mi enfermedad.

 10.26

Bartimeo

25 de octubre
Domingo XXX
Mc 10, 46-52 El ciego Bartimeo…

Tantas veces, Señor, estoy ante ti como el ciego Bartimeo, al borde del camino, sin caminar por el sendero de la vida, sin participar del flujo de bien que pasa por delante de mí, sin ver. A veces, incluso, ni capaz soy de pedir limosna, creyendo que todo lo poseo.  Pero se que pasas tú y desde lo más dentro comienzo a gritar: “Señor Jesús, ten compasión de mi”

 10.25

Inhabitado

24 de octubre
Sábado XXIX

 

Rm 8, 1-11 …el mismo Espíritu que habita en vosotros

Hacerme consciente, una vez más, Señor, que tu Espíritu habita en mi, que soy habitación para ti, donde pones tu morada. Tomar conciencia, Señor, de lo sagrado de nuestro ser personas, templos tuyos. Mirar a los demás como sabiendo que tú estás en ellos. Mirarme consciente de ti. Y amar al prójimo como a mi mismo. O más. Pues es amarte a Ti en él.

10.24

Contradicción

23 de octubre
Viernes XXIX
Rm 7, 18-25 Porque el querer lo bueno lo tengo a mano, pero el hacerlo no.

El bien que quiero hacer no lo hago, el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago. Entonces, si hago precisamente lo que no quiero, señal de que no soy yo el que actúa, sino el pecado que habita en mí.
¡Qué ciertas estas palabras de san Pablo! ¡Qué reales! Señor, al igual que San Pablo puedo suscribir estas palabras. Y ponerme ante Ti, para que lo bueno que quiero hacer lo realice con la ayuda de tu gracia.

10.23

Fuego

22 de octubre
Jueves XXIX
Lc 12, 49-53 He venido a prender fuego en el mundo…

…y ojalá estuviera ya ardiendo, nos dices en el evangelio de hoy. Me quedo un poco confuso ante tus palabras, Señor, y no se bien cómo entenderlas. Miro a mi alrededor, al mundo, y veo muchos fuegos que lo están consumiendo y devorando. Fuego de la guerra, del hambre, de la enfermedad, del consumo, de la falta de libertad, del sin sentido. Ya está ardiendo el mundo. ¿Qué me dices?

 10.22