4 de septiembre
Viernes XXII
Lc 5, 33-39 A vino nuevo, odres nuevos
Escucho, Señor, tu evangelio de hoy. Y me quedo preguntándome cuál es el vino nuevo que pones, cada día, en mi vida. Me hago consciente de él, vino bueno, vino de Caná, vino que alegra el corazón, que lo regocija. Y me pregunto cuál es el odre nuevo en el que tengo que guardarlo. Sin respuesta clara, hago silencio en ti.